ANUNCIOS DE LA SEMANA

Este Viernes a las 7 p.m. 1ra Clase de IBICER

APROVECHA LO QUE TIENES




No hay nadie capaz de expresar cuánto aburren todas las cosas;
nadie ve ni oye lo suficiente como para quedar satisfecho. Eclesiastés 1.8 (DHH)

¿Cuántas veces hemos dicho,  si tuviera esto podría hacerlo aquello mejor, si mis circunstancias fueran otras, si tuviera tal oportunidad las cosas serian diferentes?

Como músico, durante mucho tiempo y repetidas veces me dije, si tuviera un instrumento mejor haría muchas cosas más. Estudiaría con más dedicación y eficiencia. Tendría más creatividad para componer  y arreglar, etc.  Primero quise y anhele tener un teclado de última generación. Ore y luche por él hasta la obsesión. Dios me lo concedió. Luego quería una guitarra mejor que la que tenía. Ore y luche por ella y también la pude obtener. Así mismo he pedido a Dios y deseado muchas otras cosas relacionadas a mi vocación musical y todas una a una han ido siendo concedidas.

Meditando en algún momento comencé a recordar todo lo que hacía antes cuando tenía tan poco. Mi pasión siempre superaba la escasez. Para poder estudiar piano tenía que hacer largas caminatas de mi lugar de residencia hasta la Iglesia donde había un sencillo, común y corriente teclado. Mi guitarra aunque no era la mejor no paraba de sonar en casa. Con ella llegue a componer algunas de las mejores y más sensibles canciones de mi vida. No obstante, no me dejaba el insistente pensamiento de… ¡si tuviera esto o aquello seguro seria mejor!

Ha pasado cierto tiempo desde que he logrado alcanzar más de lo que imaginé. Sin embargo, y aunque no me enorgullece mucho, debo decirles que hubo una etapa en la que lastimosamente hice muy poco con todas aquellas cosas nuevas que había conseguido.          Aunque no deje  de sacarles provecho completamente, parece que la comodidad y la facilidad de tenerlo todo, adormecieron mi pasión y todas aquellas ilusiones de antes. Mi inspiración no estaba en el instrumento ni en mejores condiciones, estaba en mi corazón. El problema era que no me había dado cuenta.

Tener más solo me ha demostrado que se puede hacer mucho con menos. El problema no está en cuanto o qué tenemos sino en cómo aprovechamos lo que tenemos. He llegado a la conclusión que las barreras no están en el mundo exterior sino en nuestra mente y corazón. Es nuestra disposición y determinación ante las circunstancias  lo que nos lleva a realizarnos plenamente.

Mi manera de orar y pensar ha cambiado. Ahora no solo digo Señor dame esto, sino digo: Mi Dios, dame más, pero ayúdame a estar contenta a pesar de mis circunstancias y enséñame a usar al máximo todo lo que tengo sin pretextos.

La Biblia dice que nunca estaremos conformes. Los deseos humanos son insaciables. Cada vez que alcancemos un nuevo nivel, algo dentro de nosotros gritara que hace falta algo más. Tenemos que aprender a vivir con este deseo innato. Dejar que nos lleve cada día a la excelencia, pero nunca permitirle que trunque nuestro camino a la felicidad y la realización. APROVECHA LO QUE TIENES!!

Dios les bendiga grandemente, espero este tema sea de bendición para sus vidas como para la mia!!!

Adriana Belandria.-