Porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré”.
HEBREOS 13:5
La amistad se prueba con la separación y el silencio. En nuestra amistad con Dios no siempre nos sentimos cercanos a él. El nivel de adoración más profundo es alabar a Dios a pesar del dolor: agradecer a Dios durante una prueba, confiar en él durante la tentación, aceptar el sufrimiento y amarlo aunque parezca distante..
Philip Yancey autor cristiano norteamericano dijo:“En cualquier relación hay momentos de intimidad y momentos de distanciamiento, y en la relación con Dios, no importa lo íntima que sea, el péndulo también se moverá de un lado a otro”.
Dios ha prometido varias veces: “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré” HEBREOS 13:5 .Pero Dios no te promete: .
En efecto, Dios reconoce que a veces oculta su rostro de nosotros. A veces en como si fuera un desaparecido en acción en nuestra vida. Es una parte normal de la prueba y la maduración de nuestra amistad con Dios. Todos los cristianos atravesamos esta situación por lo menos una vez, y por lo general varias veces. Es dolorosa y desconcertante, pero es absolutamente vital para el desarrollo de la fe..
La omnipresencia de Dios y la manifestación de su presencia son dos cosas distintas. Una, es un hecho; la otra, es un sentimiento. Dios está siempre presente, aunque no estemos conscientes de él; su presencia es demasiado profunda para medirla con meras emociones. Sí, Dios quiere que sientas su presencia, pero prefiere que confíes en él aunque no lo sientas. A Dios le agrada la fe, no los sentimientos..
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