El camino a la felicidad no es recto, existen curvas llamadas, equivocaciones, semáforos llamados amigos,
luces de precaución Llamados familia, túmulos de tropiezos que se deben vencer para llegar al final.
Pero solo se logra si tienes una llanta de repuesto llamada decisión, un potente motor llamado amor, un seguro llamado fe, abundante combustible llamado paciencia y sobre todo un conductor llamado:
**Jesucristo**
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